Por: Montse Macías
Sony Pictures y Andy Serkis nos traen Venom: Carnage liberado, una cinta bastante esperada por sus seguidores y que por fin tenemos en la pantalla grande. En esta ocasión seguimos de cerca la relación de Eddie Brock (Tom Hardy) y Venom, tal cual como cualquier relación con altibajos mientras se "acoplan" viviendo juntos. Sin embargo cuando estos dos se pelean y deciden separarse, las cosas se pondrán bastante complicadas, sin que se den cuenta, porque Cletus, el asesino serial que conocimos al final de la primera película, (Woody Harrelson) será dueño de otro simbionte hijo de Venom y ambos ahora se unirán para matar a Venom y a Eddie.
Creo que dentro de todo lo que cabe resaltar de Venom: Carnage Liberado es que es una historia mejor enlazada y coherente que la primera parte, a pesar de que la comedia entre Brock y Venom a mi parecer sigue siendo muy forzada se logra mejor.
Sin embargo para ser un antihéroe y ya un poco acostumbrados al tono grotesto a lo Deadpool, la clasificación PG-13 deja mucho que desear en este caso cuando ampliamente podían haber llegado hasta la R, ya que lo hemos visto en diversas películas en donde hay violencia explícita combinada con la comedia sin caer en el exceso.
Ahora si hablamos de los villanos, sí tratan de darles profundidad y protagonismo a Kasady (Harrelson) y una segunda villana estelarizada por Naomie Harris como Shriek (ojo aquí) porque es una MUTANTE que produce ondas de sonido a frecuencias sobrehumanas y letales. Cabe resaltar o al menos así lo vi yo, con este tipo de detalles que pareciera que quisieran abrirle paso a los distintos personajes que Marvel a llevado a la pantalla grande y además de esta forma interactuar, al fin y al cabo todos se mezclan con todos, digo yo.
Un factor que no había pensado que hacía falta en esta película, la cereza del pastel, es que vemos a Venom, conocemos a Carnage pero lo que hace "jugosos" a estos personajes es ni más ni menos que Spiderman, así que es claro que estamos acostumbrados a ver a antihéroes pero no en su papel de "Niños buenos" cuando sabemos que son más malos que las Maruchan (¿aún es muy pronto?), por lo que te recomiendo, aconsejo, pido y suplico que te quedes al final de película porque su escena postcréditos se lleva un 10 y varias noches sin dormir por su culpa.